domingo, 27 de junio de 2010

la camella


Un general de la Legión extranjera decide hacer una visita de control a un campamento de legionarios emplazado en medio del desierto.
Al rato de llegar, el Capitán del campamento le explica cómo está todo por allí.


- Muy bien Capitán, vayamos a inspeccionar el fuerte, y luego búsqueme un alojamiento porque pienso quedarme unos meses.


El Capitán lo acompaña y le va explicando durante la inspección:
- Esta es la cocina, esa puerta es de la sala de reuniones . . .


- Muy bien, muy bien -va diciendo el general.-


- Y esta puerta es la sala de recreo . . .


El General va abriendo y va comprobando todo, y siguen por el pasillo y observa que el Capitán se salta una de las puertas.


- Solo por curiosidad Capitán, esa puerta que nos hemos saltado ¿qué es?

- Verá General . . . 
en esta puerta tenemos a la camella . . . 
como usted comprenderá, somos 150 legionarios . . . 
que nos pasamos meses enteros en completa soledad . . . 
y para mantener la moral de la tropa alta me pareció bien permitirlo . . .


- Está bien, Capitán, si eso mantiene alta la moral de la tropa . . .  . . .  . . .  . . .




Pasa un mes, y el General comienza a sentir la abstinencia de sexo y decide ir al Capitán y confesárselo.

- Mire . . . 
ya llevo un mes aquí . . .
 yo también soy un hombre . . . 
¿podría hacer uso de la camella?

- Por supuesto mi General, le comprendo perfectamente, aquí tiene la llave.

El General se va donde la camella, y a los 20 minutos sale subiéndose la bragueta. El Capitan que lo ve le dice:
- ¡¿Pero cómo, mi General?! ¿¿¿Sólo 20 minutos???

- ¿Cómo que sólo 20 minutos? ¿Pues cuánto tarda un soldado raso?

- Hombre, no sé, pero el pueblo más cercano está a una hora, así que una hora para ir y otra para volver ¡¡lo mínimo . . .!!